lunes, 14 de enero de 2008

Pin Up


Pin Up.
Seguramente habrás escuchado este término en mas de una oportunidad.
La traducción mas literal sería “colgar con alfileres”, y probablemente sea la mas acertada.

El Pin Up como tal, tuvo su nacimiento en Estados Unidos en la década del 40.
En aquel entonces (como hoy en día en sus versiones modernas) este nombre definía a dibujos o fotografías de chicas bonitas y sensuales cargadas de erotismo y hasta cierto grado de ingenuidad.
Es por eso que en los Pin Ups no vamos a ver mujeres desnudas, sino chicas con mas ropa de la que probablemente quisiéramos; pero capaces de encandilarnos con una pose y una mirada sugerente.

Portador de un sello de época muy particular, este estilo tuvo su apogeo en la 2da. guerra mundial, en donde el gobierno de los Estados Unidos repartió láminas de Pin Ups a los soldados, para mantener arriba el espíritu de la tropa.
De esta forma, se convirtieron en un ícono de este estilo, Betty Page y la mismísima Marilyn.
Seguramente este sea el mayor mérito de estas reproducciones.
El poder de incentivo, obviamente; sobre el hombre.

Quizás muchos soldados le deban la vida a estas chicas impresas, que como una promesa de piel femenina les decían a oído “ni se te ocurra morirte que te estoy esperando”.
A pesar de haber de alguna forma “patentado” la idea, seguro que no es ningún invento yanqui esto del eros venciendo al tánatos.
Para decirlo mal y pronto, esto es mas viejo que el ombligo.

Solo citar miles de soldados suicidas de medio oriente que se imolan bajo la promesa de un paraíso en forma de harem propio, o los guerreros espartanos que acudían a su cita con la segura muerte (que no por nada también es femenina) despedidos por sus mujeres que les pedían que volvieran con su escudo o “sobre” él.
Y mas aún, no sólo esta táctica es vieja, sino que no es exclusiva de los humanos...

Todo este cúmulo de pavadas me vino a la cabeza hoy, nena; cuando en el momento mas jodido de este puto día, con un quilombo negro que después te contaré; en mi celular apareció tu mensaje.
Los sabía dibujados y fotografiados, pero nunca pensé que un Pin Up se pudiera escribir.

Todos los hombres podemos ser rescatados de nuestras debilidades, de nuestros propios escombros; cuando en el medio de ellos aparece luminosa una promesa, un rastro de mujer.

(*) Imagen originalmente publicada en “Visiones” (Requiescat in pace)